jueves, 29 de marzo de 2018

CARTAS COFRADES 2018-XIX: Miércoles Santo

Fotografía Beatriz GM

Ya sabes que esta es la carta que mas me cuesta escribirte. Primero porque mis movimientos se limitan a los de seguir una fila, al ritmo de un paso, al camino de un paso, y la mirada la condiciona un tercerol. Y segundo porque cuesta ser imparcial cuando uno habla de a lo que pertenece (y esto siempre le ha tratado bien). Es como cuando hablas de tu familia. Te cuidarás muy mucho que cuentas, a quien y donde. Imagino que a tí te pasará lo mismo cuando vas en tu fila y miras bajo tu tercerol, bajo tu capirote, tu velo.... ese velo que a veces lo nubla todo acompañado de bocanadas de incienso.

Han podido pasar cuarenta años (esta cifra siempre tiene reminiscencias de todo tipo aunque hayan pasado muchos más), y la emoción del momento en el que se abren las puertas, suena el tambor y se inicia la procesión sigue siendo la misma. Más madura y sensata pero la misma. "Algo pasa en Zaragoza llegado el Miércoles Santo". 

Oyes cantar un "Ave María" y si te encuentras en el lugar más privilegiado del momento, este, siendo el mismo, se convierte en irrepetible. Sale ya la procesión, silencio y expectación solo roto por el redoble del tambor, que a veces incluso oyes sin escuchar. 

La noche es inmejorable; la mejor en años. La temperatura no la da el termómetro de centígrados, sino de personas en las aceras, la mayoría tras su teléfono móvil. Conmueve seguuir viendo personas de todas las edades santiguarse al paso del paso). Imagino que como pasará en Miralbueno y en el barrio Oliver, en Santa Engracia y San Felipe, en el Arrabal o en la Magdalena. Seis procesiones en la calle, que rememoran los momentos centrales de la sentencia de Cristo, con "Jesús de la Humildad" ante el Sanedrín, con las "Negaciones de San Pedro", con el "Ecce Homo", "Jesús de la Humillación", "Camino del Calvario" y "su "Llegada al Golgota"..... mientras la Madre Dolorosa (sea la de la Asunción, la Amargura, la de las Angustias o la del Dulce Nombre) lo va buscando y encontrando a lo largo de esa Jerusalén en la que se ha convertido Zaragoza, del cardo al decumano y más allá.

Y así a lo largo de Siete Dolores encuentra a su Hijo sentenciado en la Plaza de la Seo. Matracas y redobles unidos anuncian al Ecce Homo que viene del viejo Arrabal; en un sobrio e íntimo acto que gana cada año más adeptos. Solo hay que ver la perspectiva que ofrece la plaza bajando desde la calle Cisne. A uno que le cuestan los cambios y modificaciones, ha de reconocer que el acompañamiento de timbaletas a las matracas no ha hecho más que reforzar estas. Y se que es difícil introducir cambios en lo que funciona, pero que bonito sería que el IV Dolor "la calle de la Amargura", fuera predicado allí, junto a los hermanos del Ecce Homo y desde el Balcón del Arzobispado. De hecho, algo deberá plantearse la Dolorosa si no quiere esperar tanto tiempo parado en la calle Espoz y Mina a que terminen los del Calvario (que cada vez son más, tienen más cosas y son de los más ceremoniosos a la hora de concluir sus procesiones). Lo del IV Dolor con el Ecce Homo tendría un gran sentido litúrgico en ese desorden que a veces llevamos todos desde el el Domingo de Ramos; y de allí al Encuentro, que sigue siendo "la Calle de la Amargura", o la "IV Estación", mientras el Ecce Homo se dirige al Arco del Deán, entrando en el privilegiado grupo de los que se pueden permitir hacerlo, y reforzando seguramente uno de los recorridos más bonitos y amables, siempre que el tiempo acompañe por el Puente de Piedra, que ninguna otra procesión presenta. Por muchas cosas, y porque la parroquia a mi me tira, se lo merecen.

La noche seguía acompañando; se notaba en la plaza del Pilar. La disposición del Encuentro cambia después de un esquema que venía desde 1991. Los pasos de Madre e Hijo camino del Calvario se acercan al público y a muchos fieles, mientras Mariano Julve, Presidente de todos los cofrades, nos ofrece una concisa y bien recibida predicación. Es hora de volver a casa, aunque aún quedará pararse para reflexionar sobre "la Crucifixión" y "la Sepultura". Ya es Jueves Santo.

La Cofradía de Jesús de la Soledad ante las Negaciones de San Pedro y San Lamberto habrá llegado a San Cayetano desde Miralbueno por segundo año. El Barrio Oliver habrá rezado las 14 estaciones con su Cristo de la Paz y la Llegada de Jesús al Calvario, lo mismo que Jesús de la Humildad, en sus sencillas andas lo habrá realizado por la Magdalena. Mientras, la Virgen de la Amargura ha tenido su acto partiendo y terminando desde la cercana San Felipe, donde habrán también callado las matracas del Ecce Homo. Todo esto me lo tendrás que contar tú, o te lo tendrán que contar otros; sabiendo que cada cofrade o allegado ve según el color del cristal de sus gafas (unas veces se las pone él, otras se las ponen) o según la procesión que lleve cada uno por dentro, que a fin de cuentas es la que vale.

Desconozco la autoría. Me llegó por wassap prácticamente en el momento


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