Sin gol no hay futbol. Sin futbol tampoco hay gol. Y eso que ha ratos se llegó a jugar hasta bien. Pero sin delanteros goleadores y sin tirar a puerta es difícil ganar un partido. Si encima te metes uno en propia puerta a los tres minutos, y te pitan un inexistente penalti a escasos segundos de iniciarse la segunda parte, todo se hace más difícil.
En segunda los equipos son malos, y los jugadores son lo que son. Pero los árbitros...... los árbitros son muy malos, y el de este domingo malo pero malo.
Más cosas. De vez en cuando recordamos la distancia histórica y de títulos que ostenta el Real Zaragoza frente al resto de participantes de la Liga Adelante. Y recordamos como el Mallorca es el único que ostenta un trofeo en su palmarés. Bueno, seamos justos también con el Valladolid que tiene el honor de poseer una de las dos Copas de la Liga que se disputó, la de 1984. Un invento copia del futbol ingles que no funcionó, como los play off de la 86/87. Cualquier cosa que se hace para sacar más dinero termina sin funcionar (salvo la Liga de Campeones, aunque solo tiene interés cuando llega al formato Copa de Europa).
Se guardó un minuto de silencio en memoria de las victimas asesinadas por el terrorismo yihadista de París. Nunca en Zaragoza se habrá escuchado, no ya la Marsellesa, sino un himno con el respeto y silencio que se mostró en la Romareda. El que no tuvo respeto fue el arbitro(ya hemos dicho que era malo), que a los treinta segundos da el pitido inicial y el himno francés se corta de raíz. En los últimos tiempos los minutos de silencio se convertían en segundos de silencio ante el temor de que algún irrespetuoso diera la nota. En esta ocasión no fue el caso, pero si el silencio lo puedes cortar cuando quieras, un símbolo, un himno que representa a un pueblo, no puedes decidir tú con un silbato cuando se acaba, y mucho menos para que ruede un balón.
0-2 y volvemos a estar fuera del ascenso directo. Calma, solo nos sacan tres puntos Osasuna y Cordoba, pero por detrás aprietan.
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