Tengo que reconocer que la foto me la sugirió ese gran buscador de estampas de nuestra ciudad en que se ha convertido Sergio Anorak una vez liberado de sus dolores, digo, de sus redobles. el otro día, tomando un café dije que se miraba poco. A veces se mira y no se ve, y este cacharro, de lo más kitsch y decorativo, lo he debido mirar miles de días, cuatro veces al día, sin verlo y sin preguntarme ¿que es?.
En una ciudad en la que desaparecen cosas... cualquier día desaparecerá. Y nadie se dará cuenta. Estoy por ir esta noche con una llave inglesa.
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