jueves, 16 de diciembre de 2010

Lecturas y películas de Navidad I



Me gustó leer el artículo de Juan Manuel de Prada del XL Semanal del pasado domingo. Ver que el personal, fuera de mi entorno, también espera a que llegue la Inmaculada para poner el “belén” en casa. Pasado ese día me permito hablar de Navidad ,y de la Navidad. Lo que no puede ser es que a penas han pasado las fiestas del Pilar, con algunos días calurosos como algunos que hemos tenido este año, comiencen a llenarse los escaparates de bolas espumillones y papas noeles. Hay una tienda de decoración en la antigua calle Capitán Portolés que deben de pensar en “vamos a ser los primeros”, porque a veces crean dudas sino son los restos del año anterior que se han olvidado de quitar (como pasaba en el Lince años atrás)

Por un lado está el meter prisa para consumir, pero es cierto que por otro está todo el tema de la globalización que hace que costumbres de otros paises lleguen aquí sin sentido. Y es que, en muchas partes de Europa, hay muchas celebraciones con espíritu prenavideño.


Me parece que lo mismo ya lo escribí el año pasado. Y es que, si bien la tradición española alarga las fiestas hasta el Día de Reyes, los países de nuestro entorno cultural tienen el adviento plagado de festividades y celebraciones, por lo que es normal que en Inglaterra, Francia, en Ikea...., el Adviento se viva en noviembre. Por lo cual, “mis pesadillas antes de Navidad” (buena película para ver en noviembre) no son sino producto de una globalización mal entendida.

Y así, el 5 de noviembre es el día de Guy Fawkes que se celebra sólo en Inglaterra. Una fiesta sobre todo para niños en la que se quema un muñeco mientras los fuegos artificiales iluminan el cielo. El otro día vi la película V de vendetta, en Un misterioso anarquista revolucionario apodado V, oculto tras una máscara de Guy Fawkes, empieza una elaborada y violenta campaña con el fin de derrocar al gobierno e incitar a la población a adoptar una sociedad anarquista. Al comienzo de la película explican la historia de Guy Fawkes, que no sabía, y el porque de los fuegos artificiales y todo lo demás.

Guy Fawkes, fue un conspirador católico inglés que planeó la "Conspiración de la pólvora", con el objetivo de hacer volar el Parlamento y asesinar al Rey Jacobo I, sus familiares y al resto de los miembros de la Cámara de los Lores mediante explosivos situados en la base del edificio, y que Fawkes debía hacer explotar cuando los parlamentarios estuviesen reunidos. Arrestado el 5 de noviembre de 1605, declaró que quería volar el Parlamento para acabar con las persecuciones religiosas. Se negó a denunciar a sus cómplices y fue ejecutado.Desde entonces, el 5 de noviembre, se rememora en Inglaterra la "Noche de Guy Fawkes" (o Bonfire night, La noche de las hogueras) donde se simula que se quema en la hoguera a Guy Fawkes.
En Francia, San Martín es uno de sus santos más populares, y por eso, el 11 de noviembre es el día que anuncia el comienzo de las fiestas navideñas, y lo mismo pasa en Bélgica, Holanda y algunas en algunas regiones de Alemania. Los motivos son una leyenda muy chula, que también justifica el reparto de regalos. Pero no me quiero enrollar.

En la Provenza, el llamado trigo de Santa Bárbara, cuyas semillas se plantan el 4 de diciembre, es un amuleto de buena suerte que se coloca sobre la mesa y cerca del nacimiento. El 6 de diciembre, en Bélgica, Suiza, Austria, Francia, Holanda y algunas regiones de Alemania, San Nicolás distribuye regalos entre los niños. Lo que no sabía es que en Holanda se cuenta que San Nicolás vive en España con su fiel paje Pedro el Negro, y los dos llegan el día 6 en un enorme barco cargado de regalos. Ya hay una colonia en Zaragoza de lo celebra por todo lo alto.

El 13 de diciembre se celebra Santa Lucía. En Suecia, tanto en las familias, colegios, trabajos.... se eligen una Reina Santa Lucía, y por la tarde, todas las “santa Lucías” desfilan por las calles cantando, ceñidas las cabezas con una corona de acebo con velas, similar a la corona que en Alemania y países escandinavos decora las mesas y en la que cada domingo de Adviento se enciende una vela.

Y en la Europa del Este se hacían regalos durante el Adviento, y así nació el calendario de Adviento, en el que cada día se descubre un obsequio has ta la Nochebuena. Aquí ha llegado (por lo menos a mi casa) implantado por el Shlecker, el Lidl y tiendas similares. Los del DIA quisieron españolizarlo y venden un calendario que va desde mediados de diciembre hasta el Día de Reyes. Todo llega, como en su día llegó el pavo de Acción de Gracias y el árbol de Navidad.

El caso es que, en muchos pueblos aragoneses, todas estas festividades también se celebran o se han celebrado en el pasado. Frente a la aséptica forma en que actualmente se viven las fiestas, meras fechas señaladas en el calendario, antiguamente las fiestas se preparaban con antelación para celebrarlas con la solemnidad requerida, y elaborándose comidas o dulces que no se consumían en otra época del año.

En Navidad además, esta anticipación venía marcada por una serie de fiestas que se sucedían desde finales de noviembre y que se celebraban con rasgos que caracterizaban a las festividades navideñas, entre ellas el protagonismo de los niños, como hemos visto que se conservan en el resto de Europa (Santa Catalina el 25 de noviembre, San Andrés el 30, San Nicolás, Santa Lucía....

Hay un libro titulado “La Navidad en Aragón” nº 9 de la colección CAI100 (Zaragoza 1998) muy recomendable para abrir boca en este Adviento.

Y puestos a hablar de películas y de belenes, o de los festivales de Navidad (pero de Navidad, Navidad), que se celebran todavía en algunos colegios. La película “Se armó el belén” de Paco Martínez Soria es memorable.Un cura de edad, que tiene ideas anticuadas, es destinado para ejercer el apostolado en un barrio de los suburbios de Madrid. Allí, el clima revolucionario y el carácter antirreligioso de los feligreses hace fracasar todos sus intentos por atraerlos. El Arzobispado le amonesta y le pide que renueve sus métodos, tomando como ejemplo a un joven sacerdote de una parroquia moderna. El viejo cura trata de aplicar en su ambiente lo que ha visto en la parroquia modelo, desencadenando toda una serie de peripecias, especialmente cuando organiza el belén viviente.

Pero mucho mejor es Calabuch, de Berlanga: Un sabio ingenuo que creía que las bombas atómicas eran buenas para la humanidad, huyó al convencerse de su equivocación y se llevó sus inventos. Se escondió en el pueblo más maravilloso del mundo, que no era otro que Peñíscala, cuando solo era Peñíscola (osea la roca y el castillo), donde se puede vivir y morir en paz; Calabuch. Calabuch es ese lugar donde la gente aún puede vivir con sentido del humor, con amistad, esperando a la muerte como a una vieja amiga que llega a pie, sin prisas, llevándoselo uno a uno, en lugar de venir silbando por el aire y matar de un estallido a medio mundo. Esto es Calabuch, y donde organizan también un belén para morirse de risa.


Bueno, y en mi casa ya esta construido (que es mas que puesto). Quien lo quiera ver no tiene más que pasar a verlo. La última oportunidad, la chocolatada tras la cabalgata de reyes

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