lunes, 8 de marzo de 2010

Zaragoza vs Bruselas V: Las bicicletas no son sólo para el verano.


























Los Países Bajos son el paraíso para los ciclistas urbanos, aunque parece ser que Bruselas, en comparación con las ciudades flamencas, es un poco más hostil, dado que las zonas sin coches son escasas y por eso, cuentan que, en los últimos años los carriles para bicicletas han ido aumentando.

Y esto recuerda a Zaragoza, donde el aumento de kilómetros de carril-bici en los últimos meses no ha hecho más que recibir críticas de todos los lados; de los defensores de las bicis (esos que se despelotan un día para manifestarse), como de los que nos las pueden ver: que si va por la acera, que si va por la calzada, que si es estrecho en el camino de las Torres, que va en doble dirección por la avenida Clave, que si ocupa espacio entre las paradas de autobús..............y no te digo nada las críticas que reciben, en muchos casos justificadas, la proliferación de ciclistas en aceras estrechas o que no respetan las normas de tráfico.

El caso es que todo esto es lo que se veía en Bruselas, y en todos los casos estaba asumido e incluso legislado para dar prioridad a la bicicleta o reglamentar la convivencia con la misma. Acompaño el texto con fotos donde se ven señales de tráfico que recuerdan que las bicis pueden ir en dirección contraria o que pueden compartir la acera con los peatones.

Pero es que hay una cultura de la bici como medio de transporte. Sólo hay que ver los aparcamientos frente a las estaciones de tren de Gante o de Brujas. Y que decir de la cultura ciclista como deporte. Eddy Merckx tiene calle y una estación de Metro en Bruselas, y por estas tierras se celebran desde hace más de un siglo las más importantes carreras del mundo. Los verdaderos monumentos ciclistas, las clásicas por excelencia, al margen de la Milán-San Remo y del Tour de Francia, se encuentran aquí. La Lieja-Bastogne-Lieja se celebra desde 1882, el Tour de Flandes desde 1913 o la cercana París-Roubaix desde 1896, por tierras francesas pero plagadas su adoquinadas carreteras por las banderas del león de Flandes. También esta la Flecha Valona desde 1936 o la Clásica de Gante desde 1934.

Llega a tal la cultura, que muchos de los tramos donde se celebran estas carreras son protegidos, conservado y mantenidos para que sigan celebrándose sobre el pavés y los “muros”. Para un belga, sea flamenco o valón es tan importante ganar una “Lieja” o “Flandes” como el Tour de Francia. Y a esto no han sabido darle importancia los ciclistas españoles, salvo el caso de Antonio Flecha que tiene entre ceja y ceja ganar en el Infierno del Norte, ganar en Roubaix; o la clase del gran Alejandro Valverde, capaz de ganar donde se lo proponga y de hecho ha ganado en Lieja en 2006 y 2008, la Flecha Valona de 2006 o la Gante de 2009.

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